Vivir la Cuaresma cada día. Día 7

Con tan buen amigo presente -nuestro Señor Jesucristo-, con tan buen capitán, que se puso el primero en el padecer, todo se puede sufrir. Él ayuda y da esfuerzo, nunca falta, es verdadero amigo (Santa Teresa de Jesús).


Memoria de san Policarpo, obispo y mártir, discípulo de san Juan y el último de los testigos de los tiempos apostólicos, que en tiempo de los emperadores Marco Antonino y Lucio Aurelio Cómodo, cuando contaba ya casi noventa años, fue quemado vivo en el anfiteatro de Esmirna, en Asia, en presencia del procónsul y del pueblo, mientras daba gracias a Dios Padre por haberle contado entre los mártires y dejado participar del cáliz de Cristo (c. 155)
El Evangelio de hoy

Las intenciones por las que rezaba Jesús
El Señor nos abre su intimidad y nos revela a través de la oración del Padre Nuestro la confianza con la que debemos dirigirnos al Padre y qué es lo que conviene pedir.
PADRE NUESTRO QUE ESTÁS EN EL CIELO
“Es tiempo de esperanza, y vivo de ese tesoro”

“Es tiempo de esperanza, y vivo de este tesoro. No es una frase, Padre –me dices–, es una realidad”. Entonces…, el mundo entero, todos los valores humanos que te atraen con una fuerza enorme –amistad, arte, ciencia, filosofía, teología, deporte, naturaleza, cultura, almas…–, todo eso deposítalo en la esperanza: en la esperanza de Cristo. (Surco, 293)

