La Fiesta de San Cornelio y San Cipirano, mártires de la Iglesia, se celebra el mismo día. Fueron dos amigos al servicio de Cristo y de la Iglesia. Cornelio fue elegido Papa para suceder a Fabián en una elección retrasada catorce meses debido a la cruel persecución de Decio contra los cristianos. El tema principal de su pontificado fue el trato que se deberían dar a los cristianos que habían apostatados durante la persecución y que se habían arrepentidos. Se opuso a Novatian, el primer antipapa, quien creía que estos apóstatas que se arrepintieron no podían ser perdonados. Ayudado por San Cipriano, su fiel amigo, Cornelio confirmó su autoridad papal.
Si a María Magdalena le fueron perdonados muchos pecados, porque amó mucho, a mí, que todavía me ha perdonado más, ¡qué gran deuda de amor me queda!» Forja, 210